Perla del Occidente

Antes de llegar a Sevilla, mi compañera y yo habíamos planeado visitar otras ciudades de España, ya que nos sería mucho más fácil. Así que, cuando vimos que teníamos un fin de semana libre, reservamos un hotel en Córdoba. Mis familiares ya habían ido y nos aconsejaron visitarlo, debido a que era un lugar fenomenal y llena de historia.

Con nervios y ganas de llegar, nos montamos en el AVE. Siendo mi primera vez en este tren de alta velocidad, estaba muy ilusionada y muy sorprendida al llegar a nuestra destinación en solo cuarenta minutos. Al salir de la estación de Córdoba, nos dirigimos hacia nuestro hotel llamado Eurostar Palace. Un hotel fenomenal y que siempre recomendaré, debió a su aspecto y a su actitud hacia el cliente. Al llegar a las seis de la tarde, nos sentimos un poco agotadas, pero con mucha hambre, así que decidimos salir a comer a un restaurante de sushi llamado Maneki Neko, el cual se encontraba a cuatro minutos de la casa. ¡Fue una cena espectacular!
Al terminar de comer, cogimos un Uber para llevarnos de vuelta al hotel, ya que la mañana siguiente teníamos que madrugar para comenzar nuestro tour turístico.

La madrugada del sábado, desperté con mucha energía, ya que nos esperaba un día lleno de nuevas aventuras. Comenzamos nuestro tour en la Mezquita de Córdoba, la cual es preciosa. Al entrar, me dio una sensación abrumadora, ya que era tan impactante. Los detalles dentro de la mezquita eran algo que jamás había visto. Tanta delicadez, pero a la vez tanto detalle. Es difil explicar la belleza que vi aquel día. Después de la mezquita, nos dirigimos hacia el Puente Romano de Córdoba, donde se encontraba la Torre de Calahorra al final. Las vistas, mirando hacia la mezquita, desde ese puente fueron increíbles. De ahí, visitamos el Alcázar de los Reyes Católicos, que fue algo mágico. Está compuesto de un patio enorme, lleno de estanques diferentes, decorados preciosamente y paralelo a ellos, se encontraban flores bellas. Al haber terminado de ver todos los diferentes elementos del Alcázar de los Reyes Católicos, nos dirigimos hacia la Calleja de la Flores. Sin embargo, nos encontramos con un pintor de óleo, el cual pintaba sobre cristal. Al ver las obras de arte que hacia el señor, le pregunté si me podría pintar dos y le salieron divinas. Al recibir las pinturas, nos pusimos en camino otra vez hacia la Calleja de las Flores, que no era ningún monumento, si no un callejón pequeño, pero lleno de macetas de flores. Cuando terminas de tomar fotos, el cual era muy difícil porque había una gran cantidad de turistas, nos dirigimos hacia nuestra última destinación, los Patios Cordobeses, los cuales me habían informado mis tíos que no podría irme sin ver y gracias a Dios que les hice caso porque aquel lugar es maravilloso. Compuesto de varios patios, cada uno con sus diferentes características. Sin embargo, todos llenos de flores.

Al llegar de vuelta al hotel, mi compañera y yo habíamos planeado ir a cenar para probar otro restaurante. Sin embargo, estábamos tan cansadas de andar todo el día que permanecimos en casa y pedimos comida del mismo restaurante de en el cual estuvimos la noche anterior. Con eso, nos fuimos a dormir, ya que teníamos que madrugar temprano, otra vez, para checkout.
Después de desayunar y de devolver las tarjetas en la recepción, nos fuimos de vuelta a la estación de tren para regresar a casa.

Este fin de semana ha sido uno de los mejores, por ahora.

Metromar

La semana me ha parecido muy larga. Me estoy sintiendo más cómoda en las clases, ya que, por fin, los estudiantes dentro de nuestras clases se están abriendo un poco conmigo y los demás estudiantes de Erasmus. Les sorprende mucho cuando les hablo en español, ya que no se lo esperan. Siempre me preguntan: “Cómo es que hablas tan bien el español?”, entonces, les explico que vengo de una familia española, la parte de mi madre, y que había estudiado en un colegio español en Londres desde guardería hasta terminar la E.S.O. Me miran como si tuviera tres cabezas, pero me da la impresión de que se sienten mucho más cómodos conmigo debido a mi nivel de español, ya que a veces los veo frustrarse intentando hablar con otro alumno de Erasmus, el cual no tiene un nivel muy alto. En general, los estudiantes son muy amables y no tienen ningún problema ayudarte si lo necesitas. Es por eso, que me siento muy agradecida y siempre lo estaré.

Por otro lado, os quiero comentar que me está costando mucho una de las asignaturas, Análisis y Composición de Textos Españoles. Jamás se me ha dado bien analizar los diferentes elementos de un texto, ni en el colegio español pude entenderlo. No obstante, me encuentro en la misma situación otra vez y solo me puedo culpar a mi misma por haber elegido esta asignatura, pero, es verdad, que no tenia otro remedia, debido a los solapamientos en mi horario. Esta era una de las únicas asignaturas que podía elegir, desafortunadamente. Eso sí, voy a intentar hacer todo lo posible para aprobar, ya que no quiero que se me queda otra suspendida. Nuestra maestra para la EPD entiende que somos de Erasmus y que nos costará entenderlo un poco más que los otros estudiantes. Sin embargo, no significa que debemos tomarnos por vencidas, sino hacer lo mejor posible.

Hoy, mi compañera y yo visitamos un lugar diferente y sí, fue un centro comercial. Quedamos con mis tías y mis primas en Metromar, el cual se encuentra al final de la línea de metro en Ciudad Expo. No había podido visitar a algunos de mis familiares debido a lo ocupada que he estado con la universidad. Sin embargo, hoy se pudo y me encantó que Chantelle les haya podido conocer.

Primero, decidimos parar en un restaurante llamado Foster’s Hollywood para comer, ya que era la hora del almuerzo. Al terminar, dimos una vuelta por el centro comercial, entrando de tienda en tienda. En fin, permanecimos en el centro comercial durante un buen rato, específicamente, hasta la hora de la merienda. De ahí, nos montamos devuelta en el metro hacia Amate debido a que mis primas nos querían enseñar un bar donde podríamos merendar churros. Desde que llegué a Sevilla, se me antojaron churros, sin embargo, nunca se podía. Cuando vi ese plato lleno de churros y chocolate se me hizo la boca agua.

Por fin, puedo quitar “comer churros” de la lista de cosas para hacer.

Aventuras

Esta semana no fue muy distinta a la semana anterior, las clases comenzaron y me parecen muy interesantes, especialmente la de Documentación Aplicada a la Traducción.

El martes nos despertamos temprano, ya que mi compañera tenía que resolver un tema en el banco Bankia, el cual se encontraba en el Nervión. Sabiendo que teníamos que estar en la universidad hasta las cuatro de la tarde, decidimos dar un paseo por aquel lugar e intentar almorzar. Encontramos una gema escondida en un callejón detrás del Corte Inglés, llamado Tommy Mel’s Diner. El lugar me recordaba a los restaurantes americanos, como aquel que salió en la película Grease. Se me pusieron los pelos de punta al entrar por la puerta porque siempre había querido visitar un restaurante americano retro, ya que me parecían únicos y también porque me gustaba mucho la película Grease. Al terminar de comer, nos dirigimos a la universidad para nuestra clase de Aspectos Descriptivos y Normativos del Español Actual. Al terminar la clase…nos dirigimos al gimnasio.

El sábado decidimos quedar con nuestra compañera Dessi y la llevamos a comer a Tommy Mel’s Diner. Durante la semana le contaba que era lo mejor de lo mejor y que la comida era estupenda. Las dos decidimos probar las hamburguesas, mientras que Chantelle pidió un gofre con pollo. Suena raro, pero ella insiste que es lo mejor que se ha comido en su vida. Cuando ya no nos quedaba comida en el plato, decidimos visitar la Plaza de España. Hace muchos años que no había estado ahí, no obstante, sigue igual de hermoso. Durante la Feria de Sevilla esta plaza se convierte en algo mágico, el cual no puede ser explicado con palabras.

Esta semana me a costado un poco más de lo que me había imaginado. Con esto quiero decir que me está dando ahora que no estoy con mi familia y no estaré con ellos durante mucho tiempo. Sé que esta experiencia será completamente diferente a Barcelona, ya que, verdaderamente, no estaré sola, ya que tengo la familia de mi madre aquí, pero no es igual si no tengo a mi madre. Jamás he venido a Sevilla sin ella y, en verdad, es muy diferente. Ella me asegura que todo estará bien y que lo disfrutaré, y sé que lo que dice es verdad, pero es normal que lo pase mal, aunque solo sea un poco. Para animarme un poco, mi compañera y yo hemos estado haciendo una lista, y una bastante larga, en la cual anotamos todo lo que queremos hacer en estos pocos meses que tenemos. Por ahora, tenemos anotado visitar los diferentes monumentos de Sevilla y, si se puede, visitar Cádiz, Málaga y Córdoba. Parece mucho, pero si nos ponemos las pilas, sé que podremos. Eso sí, primero los estudios y, luego, el cachondeo. Así me lo dice mi familia. Bueno, pues, ya os iré contando si hemos agregado otra cosa a la lista o si hemos podido hacer por lo menos una de ellas. Crucemos los dedos.

Primera Semana de Clases

Esta semana ha sido un poco sorprendente.

El lunes comenzaron las clases y, en verdad, estaba nerviosa, ya que no sabía lo que esperarme en cuanto a las materias, a los compañeros y a los profesores. Al entrar por la puerta de nuestra primera clase para Documentación Aplicada a la Traducción a las diez de la mañana, me quedé absolutamente sorprendida. Esto parecía más un gallinero que una clase de universitarios. Los alumnos gritando de un lado a otro y otros tirados por encima de las mesas. Chantelle y yo nos miramos de reojo y tomamos un asiento al final de la clase. Pasaron varios minutos hasta que apareció la maestra y, sin prisa ninguna, se dirigió hacia su mesa. Ahí nos informó que se llama Mariana y que en esta clase se dedicará a explicar lo que haremos durante estos pocos meses. Me pareció un poco raro que durante toda la hora se dedicó a leer de la guía docente lo que íbamos hacer, sin embargo, después de terminar la semana entendí que así hacían las cosas aquí, no explicaban solo leían. Junto a esto nos comentó que tendríamos que presentar un grupo cada semana la teoría de la asignatura y de esto, obtendríamos un 50% de la nota final. Con esto, acabó nuestra primera clase y comenzó nuestro primer descanso de cuatro horas. En el descanso nos dedicamos ha averiguar donde estaban las cosas, como por ejemplo el banco Santander y los bares. Junto a esto, decidimos inscribirnos al gimnasio para poder usarlo lo más rápido posible y lo conseguimos, pero eso sí, jamás se lo enseñaré a alguien porque la foto es horrorosa…
La última clase del día, llamada Análisis y Composición de Textos Españoles, fue considerablemente aburrida. No sé porque me esperaba más de ello, ya que con solo leer el título te duermes, pero por suerte, solo duró veinte minutos debido a que se dedicó a leer de la guía docente también. Después de aquella clase, mi compañera y yo decidimos ir al gimnasio por primera vez y acabamos muertas. Con esto, terminó nuestro primer día en la Universidad de Pablo de Olavide.

El martes no fue nada especial, comenzamos mucho más tarde de lo normal, específicamente a las cuatro, pero esto tiene su lado positivo, ya que podemos dormir hasta más tarde. Después de almorzar en casa, nos dirigimos a la universidad para acudir a la única clase que tuvimos, el cual era Aspectos Normativos y Descriptivos del Español Actual dada por nuestra maestra, Inés. Me pareció muy interesante y salí de la clase con ganas de regresar. Como todos los demás días, antes de regresar a casa decidimos ir al gimnasio.

El miércoles es nuestro día más largo, comenzamos a las diez de la mañana y terminamos a las seis de la tarde. Acudimos a nuestra primera clase de Informática Aplicada a la Traducción enseñada por Mariana. A continuación, tuvimos el seminario de la clase de informática con Gustavo, el cual fue muy interesante. Este fue seguido por dos otros seminarios, el de Aspectos Descriptivos y Normativos del Español Actual y el de Análisis y Composición de Textos Españoles. Estas dos últimas se me hicieron eternas y bastante aburridas, ya que ninguna de las profesoras tenía algo preparado. Me costó muchísimo ir al gimnasio después de estas dos últimas clases, ya que me desmotivaron bastante. Sin embargo, sabía que si no hubiese ido me hubiera arrepentido.

El jueves acudimos a nuestra única clase de aquel día, el seminario de Documentación Aplicada a la Traducción y cuando acabó decidimos ir al gimnasio.

El viernes nos levantamos temprano para seguir con nuestra dedicación hacia el gimnasio, pero, aunque haya ido no me apetecía mucho y debido a esto, estoy muy orgullosa de mí misma. Al terminar, nos dirigimos devuelta a casa para relajar durante el resto del día.

El sábado fue muy tranquilo, en comparación al domingo, ya que nos quedamos en casa. Sin embargo, el domingo decidimos visitar la Giralda, otro monumento emblemático en Sevilla. Al llegar al centro, entramos en uno de nuestros restaurantes preferidos, llamado los Cien Montaditos. A continuación, nos dirigimos hacia la Giralda, sin embargo, al llegar nos comentaron que debido a que era domingo, solo se podría subir el monumento, pero lo demás permanecería cerrado. Con esto, decidimos dar una vuelta y volver otro día para verlo todo. Gracias al buen tiempo y al hermoso ambiente que nos rodeaba pudimos sacar unas fotos preciosas.