Esta semana ha sido un poco sorprendente.
El lunes comenzaron las clases y, en verdad, estaba nerviosa, ya que no sabía lo que esperarme en cuanto a las materias, a los compañeros y a los profesores. Al entrar por la puerta de nuestra primera clase para Documentación Aplicada a la Traducción a las diez de la mañana, me quedé absolutamente sorprendida. Esto parecía más un gallinero que una clase de universitarios. Los alumnos gritando de un lado a otro y otros tirados por encima de las mesas. Chantelle y yo nos miramos de reojo y tomamos un asiento al final de la clase. Pasaron varios minutos hasta que apareció la maestra y, sin prisa ninguna, se dirigió hacia su mesa. Ahí nos informó que se llama Mariana y que en esta clase se dedicará a explicar lo que haremos durante estos pocos meses. Me pareció un poco raro que durante toda la hora se dedicó a leer de la guía docente lo que íbamos hacer, sin embargo, después de terminar la semana entendí que así hacían las cosas aquí, no explicaban solo leían. Junto a esto nos comentó que tendríamos que presentar un grupo cada semana la teoría de la asignatura y de esto, obtendríamos un 50% de la nota final. Con esto, acabó nuestra primera clase y comenzó nuestro primer descanso de cuatro horas. En el descanso nos dedicamos ha averiguar donde estaban las cosas, como por ejemplo el banco Santander y los bares. Junto a esto, decidimos inscribirnos al gimnasio para poder usarlo lo más rápido posible y lo conseguimos, pero eso sí, jamás se lo enseñaré a alguien porque la foto es horrorosa…
La última clase del día, llamada Análisis y Composición de Textos Españoles, fue considerablemente aburrida. No sé porque me esperaba más de ello, ya que con solo leer el título te duermes, pero por suerte, solo duró veinte minutos debido a que se dedicó a leer de la guía docente también. Después de aquella clase, mi compañera y yo decidimos ir al gimnasio por primera vez y acabamos muertas. Con esto, terminó nuestro primer día en la Universidad de Pablo de Olavide.
El martes no fue nada especial, comenzamos mucho más tarde de lo normal, específicamente a las cuatro, pero esto tiene su lado positivo, ya que podemos dormir hasta más tarde. Después de almorzar en casa, nos dirigimos a la universidad para acudir a la única clase que tuvimos, el cual era Aspectos Normativos y Descriptivos del Español Actual dada por nuestra maestra, Inés. Me pareció muy interesante y salí de la clase con ganas de regresar. Como todos los demás días, antes de regresar a casa decidimos ir al gimnasio.
El miércoles es nuestro día más largo, comenzamos a las diez de la mañana y terminamos a las seis de la tarde. Acudimos a nuestra primera clase de Informática Aplicada a la Traducción enseñada por Mariana. A continuación, tuvimos el seminario de la clase de informática con Gustavo, el cual fue muy interesante. Este fue seguido por dos otros seminarios, el de Aspectos Descriptivos y Normativos del Español Actual y el de Análisis y Composición de Textos Españoles. Estas dos últimas se me hicieron eternas y bastante aburridas, ya que ninguna de las profesoras tenía algo preparado. Me costó muchísimo ir al gimnasio después de estas dos últimas clases, ya que me desmotivaron bastante. Sin embargo, sabía que si no hubiese ido me hubiera arrepentido.
El jueves acudimos a nuestra única clase de aquel día, el seminario de Documentación Aplicada a la Traducción y cuando acabó decidimos ir al gimnasio.
El viernes nos levantamos temprano para seguir con nuestra dedicación hacia el gimnasio, pero, aunque haya ido no me apetecía mucho y debido a esto, estoy muy orgullosa de mí misma. Al terminar, nos dirigimos devuelta a casa para relajar durante el resto del día.
El sábado fue muy tranquilo, en comparación al domingo, ya que nos quedamos en casa. Sin embargo, el domingo decidimos visitar la Giralda, otro monumento emblemático en Sevilla. Al llegar al centro, entramos en uno de nuestros restaurantes preferidos, llamado los Cien Montaditos. A continuación, nos dirigimos hacia la Giralda, sin embargo, al llegar nos comentaron que debido a que era domingo, solo se podría subir el monumento, pero lo demás permanecería cerrado. Con esto, decidimos dar una vuelta y volver otro día para verlo todo. Gracias al buen tiempo y al hermoso ambiente que nos rodeaba pudimos sacar unas fotos preciosas.