Un examen menos

Aunque muchos piensen que durante la Feria de Sevilla lo único que hacía era beber rebujito, pues no podríais estar más equivocados, ya que la semana después de la feria, nuestra maestra nos había puesto un examen final. Asiqué, antes de ir a la feria y aquellos días que no fui, a que os podéis imaginar donde estaba. Pues sí, encerrada en el cuarto, estudiando como una loca. Eso sí, no sé qué tiene que ver las diferentes partes de un ordenador con la traducción, pero, aun así, me lo estudié. El miércoles, día 15 de mayo, realizamos el examen de Informática Aplicada a la Traducción y estoy segura de que aprobaré. El examen fue tipo test, lo que me sorprendió mucho. Sin embargo, me puse muy nerviosa cuando la maestra explicó que cada respuesta correcta valía 0,50 y a cada respuesta incorrecta o no respondida se le restaba 0,25. No obstante, intenté no centrarme en eso, sino en hacer lo mejor posible en el examen. Al terminar el examen, muchos de los estudiantes comenzaron a quejarse, debido a la manera que la maestra iba a evaluar el examen. Muchos de ellos estaban preocupados, pero más enfurecidos que otra cosa. Algunos intentaron hablar con la maestra, pero ella les informaba que si habían estudiado no tendrían que preocuparse de nada y, pues, tiene razón, pero ellos no lo querían ver. Al final del examen la profesora me hablo para dar la enhorabuena y, desafortunadamente, para hablar del examen de Documentación Aplicada a la Traducción que suspendí, ya que me faltaba solo medio punto. Esa pregunta que no respondí me hubiese dado un aprobado, pero bueno… Le explique que por motivos de dinero no podría volver a Sevilla para realizar la recuperación. Amablemente, me busco una alternativo, la cual es poder realizar el examen desde Londres, a través del Campus Virtual. Le agradecí la oportunidad y con eso me marché. Esa tarde me pude relajar completamente, algo que no había hecho en mucho tiempo debido a la cantidad de trabajos y exámenes que tenía. Esa noche, me quedé hablando con mi madre hasta las tantas, ya que le informé que hasta después de este examen no podría hablar mucho con ella, y nos pusimos a hablar sobre todo. Me contó lo mucho que me echaba de menos y lo mal que se sentía que no podría estar conmigo este cumpleaños, pero que estaba planeando montar una fiesta para celebrarlo cuando vuelva de Sevilla. Afortunadamente, ya queda poco y pronto la podré ver. Nadie puede entender lo mucho que la echo de menos. Bueno, no quiero pensar en ello porque empezaré a llorar. Eso sí, cuando llegué a Londres, no quiero salir a ningún sitio, ni a discotecas ni a ningún otro sitio, solo quiero estar en casa con mi madre.

Por cierto, ¡sacamos otro 8,75 en nuestra presentación para Informática Aplicada a la Traducción! Si les digo la verdad, pienso que este nos salió mucho mejor que el anterior, pero, bueno, sigue siendo una nota estupenda.