Este mes yo y mi amiga Chelsea hemos tenido la oportunidad de pasar un fin de semana muy divertido en la maravillosa ciudad de Granada, uno de los lugares en Andalucía que más quería visitar.
Todo empezó un jueves, más específicamente el día 2 de noviembre cuando ella, una chica inglesa que conocimos aquí en Málaga, nos ha contado que tiene una amiga desde su universidad de origen que ahora vive y trabaja en Granada como profesora de inglés y nos ha preguntado si queríamos ir con ella a visitar a su amiga y a pasar el fin de semana en su casa.
Claramente, yo y Chelsea estabamos muy feliz de la oportunidad y por esta razón decidimos ir con ella a Granada. Dado que nadie tiene un coche aquí en España decidimos viajar con el autobús y dado que Granada está a casi dos horas desde Málaga, nos ha parecido la manera más barata y simple para ir allí. Además, como hemos viajado por la noche, hemos tenido la oportunidad de descansar en el bus.
Cuando llegamos a Granada era ya bastante tarde por la noche. El tiempo allí era mucho más frío que en Málaga y nosotros no estábamos acostumbrados, sin embargo, hemos conseguido encontrar un lugar donde ir a comer así no hemos tenido que caminar mucho fuera con el frío. Su amiga nos ha parecido desde el principio como una persona muy amable y graciosa, hemos hablado mucho y comido pizza todos juntos.
El día siguiente nos despertamos bastante temprano y hemos desayunando en el piso de la amiga de ella. Su piso tenía un gran balcón desde donde se podía ver la ciudad y también las murallas de la Alhambra en el fondo. Una vista increíble, arruinada sólo por el aire frío y el cielo lleno de nubes grises. Decidimos hacer una visita guiada de la ciudad con un grupo de turistas, llovía muchísimo y por esto hemos tenido que usar paraguas todo el tiempo. Sin embargo, nos ha gustado mucho caminar por el centre de ciudad y ver todos los edificios históricos que había.
Granada es una ciudad muy, muy rica de arte y cultura diferentes. Granada fue la última fortaleza del reino de los musulmanes en España y por esto se mezclan en la arquitectura de los edificios cánones cristianos y musulmanes. Lo que más me gustó de la ciudad fue el antiguo barrio del mercado donde había muchas tiendas típicas de souvenirs y de ropa colorada.
También, me gustó mucho ver a la Alhambra, aunque nos la hemos visitado, sólo la vimos desde fuera porque hemos descubierto que es muy dificil reservar un billete para ver los interiores del palacio porque hay mucha gente que lo quiere visitar y es necesario comprarlo con más de cuatro meses de antelacion.
Sin embargo, ver las muras sobre la montaña fue ya en sí mismo una vista muy sugestiva. Hemos decidido de terminar el día dando un paseo por otros sitios en Granada. El día siguiente visitamos un poquito más la ciudad y he comprado los últimos souvenirs que necesitaba antes de coger el bus para volver a Málaga. Este fin de semana fue una experiencia mágica.