5/09/2018 miércoles
A las 4:20 pm el avión en Viena despegó y después de un viaje de casi tres horas, ya estaba en el aeropuerto Manises de Valencia. Después de recoger mis maletas, cogí el metro y en media hora estaba en la estación Ayora, mi parada. Caminé durante quince minutos hasta mi piso. Aquí me encontré con el propietario. Me mostró el apartamiento, me dio las llaves, firmé el contrato y eso fue.
También he conocido mi primera compañera de piso. Se llama Nada (me dijo que los españoles aquí no le creen) y es de Marruecos. Estudia arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia. Es una lástima que no estudie en la misma universidad que yo, pero no hay nada que hacer. Hablemos un poco en el salón, pero ambas estábamos cansadas y por eso nos fuimos a dormir.