Otra semana ha pasado, y el final de esta semana significa el comienzo de un nuevo mes, ¡y eso me hace feliz porque me hace sentir como que el momento de volver a casa se está acercando! ¡Bienvenido octubre! Otra semana en la universidad también ha terminado, y no fue nada diferente de las pasadas. Todavía es difícil, todavía siento como que no me gusta mucho, todavía me cuesta mucho concentrarme en lo que estoy haciendo. Por lo menos ahora tengo mi horario definitivo, y tal vez puedo empezar a tener mi rutina y organizar mis días como ya sé cuándo voy a estar libre. De hecho, ya tengo las citas para hacer mi NIE y para ir a inscribirme al Centro de Salud, por lo que es bueno. Otra costumbre que creo que ahora tengo es estudiar en la biblioteca o en el bar junto con Tejal. Incluso si no tenemos los mismos deberes, nos gusta el hecho de estar en el mismo sitio, así que podemos ayudarnos una a la otra, especialmente ahora que lo necesitamos más que nunca.

En cualquier caso, en este post, no me concentraré en mi semana, sino en mi fin de semana. Recibí una visita especial que me hizo muy feliz. Justyna vino a Granada, y nunca me he sentido tan feliz desde que estoy aquí sola. Fue agradable verla y hablar con ella. Fue bueno poder expresar lo que siento a una persona que ve la situación desde el exterior, para obtener un tipo diferente de apoyo. Hemos estado saliendo de tapas todos los días. Hoy se fue, y eso me hizo sentir triste de nuevo. Al menos hemos pasado una hermosa mañana juntas. Le hice probar el desayuno andaluz, y le gustó. Espero poder ir a Sevilla en noviembre y volver a verla, ¡tengo muchas ganas!

Ahora estoy en casa, y voy a hacer algunos deberes para la semana. Me siento tan ansiosa de volver otra vez a la universidad mañana, es que simplemente no me siento como si fuera mi sitio, y como que no puedo adecuarme a él. No puedo esperar a que este sentimiento acabe o que llegue diciembre.