Hoy ha sido un día mucho mas tranquilo en la oficina para mi. He hecho presupuestos y revisiones de documentos pero no ha sido tan exigente como la semana pasada. Pude tomar el tiempo de comprar comida en el restaurante que queda al lado de la oficina. La primera vez que comí en este restaurante fue durante la estancia de mi hermana. Nos sentamos a comer en la hora de mi almuerzo. Cada día hay un meno en el que puedes escoger una entrada, un plato principal, una bebida y un postre por solo 10 euros. De hecho, el único problema que tuvimos fue entender la carta. Mi hermana y yo estamos acostumbradas al vocabulario de español colombiano y nos resulto bastante difícil entender ciertas palabras. Sin embargo, los trabajadores son muy simpáticos y nos tuvieron paciencia. La comida estaba deliciosa y no demoro en llegar.
Mi segunda experiencia con el restaurante fue cuando mi supervisora bajó a comprar cruasán (media luna) de chocolate cuando ninguna de nosotras había tenido tiempo de desayunar. Me sorprendió el tamaño del cruasán (media luna) pero tambien que no era como los “pain du chocolat”‘s que se encuentran en Inglaterra y incluso en Francia. El pan tiene chocolate en los dos extremos y en el centro. Estainterpretación esta comida típica de Francia ha sido mi preferida hasta ahora.
De desayuno pude desfrutar de un troso de tortilla (de papa y cebolla), me dieron pedazos de pan (lo que conocería yo como un baquette en Francia y aqui como pan para bocadillo) con salsa de tomate (natural) y aceite de oliva. Me agrada mucho el restaurante ya que no solo ofrece comida muy sabrosa sino que las porciones y precios son bastante buenos también. Ademas, dispone de una plenitud de opciones en la carta. Los batidos de “plátano” (banano) que venden están a todo mi gusto. Durante mi estancia aquí en Barcelona quiero continuar explorando la gastronomía española.