Hoy por fin fui a Zara a utilizar la tarjeta de regalo que me dieron en el trabajo. Como siempre duré horas en el almacén decidiendo que quería y me resulté comprando lo primero que me probé.

Lo que tampoco me sorprende es que cuando fui a comprarle algo a mi mama no me tarde ni la mitad del tiempo. Por lo menos hoy, contrario a la mayoría de veces que voy de compras, regrese a casa con mi meta cumplida.

Fue un detalle muy bonito que tuvo mi jefa y se lo agradezco mucho!