Nada es tan Bueno o tan malo como te imaginas en un principio.

Durante mi estancia en Granada en este cuatrimestre he aprendido algo importante.

Nada es tan malo como me lo imagino antes de que pase. Un ejemplo muy claro de esto son los trabajos orales de francés. Antes de hacerlos siempre me imagino que serán lo más difícil que he hecho académicamente pero al final resultan bastante fáciles o por lo menos más fáciles de lo que me imaginaba.

Por el contrario, nada es tan bueno como me lo imaginaba tampoco. Durante mi estancia aquí, también he estado siguiendo una dieta bastante estricta, yendo al gimnasio 5 veces a la semana para ponerme en forma. Después de 4 kilos perdidos en 2 meses de dieta decidí darme un día de descanso y comer lo que quisiera. Estuve planeando este día durante semanas y cuando finalmente llegó resultó ser un día bastante normal. Lo que es muy distinto comparado a lo que yo me imaginaba.

En fín, la conclusión y lo que he aprendido de todo esto es que debería concentrarme más en disfrutar del hoy y menos en lo que pasará en el mañana.