¡Enero!

Empezó el mes de enero con mi vuelta a Castellón para estudiar y rendir exámenes. Tenía tres a aprobar, todas asignaturas del grado de Comunicación Audiovisual, y fueron asignaturas difíciles. Me salieron dos exámenes muy buenos, y otra que tenía que tenía que repetir, la de Producción Audiovisual. Este fue lo más difícil de todos, como la asignatura es amplia y había múltiples temas a recordar.

El mes entero, se pude encontrarme en la biblioteca de la Universidad, ¡intentando sacar buenas notas! La más fácil de todos fuera la de Realización Audiovisual porque tiene más prácticas que teoría. Aparte de los exámenes, también tenía otros trabajos para entregar, como dossiers o análisis críticos de películas enfocando mayormente sobre las tecnicas de realizacion; por ejemplo como el uso de iluminación o música durante momentos precisos puede retratar ciertos ideas sobre los caracteres o una situación – un ejemplo siendo cuando suena una música inquietante y de suspenso, la audiencia sabe que algo maligno va a ocurrir, y las mismas normas aplican a la iluminación donde la oscuridad o una falta de luz también indica la presencia de algo maligno -, la escenografía, las emociones que escenas provocante pueden producir, entre otros temas.

Aparte de trabajos académicos, enero significaba también la despedida de los estudiantes de Erasmus del primer semestre. Empezábamos en septiembre con cerca de trescientos de nosotros y eso ha disminuido a unos setenta estudiantes al final del primer semestre, entonces he tenido que decir adiós a muchos de mis amigos, porque la mayoría fueron solo en Castellón por un semestre. Habría unos cientos nuevos estudiantes viniendo para el segundo semestre que empieza a principios de febrero. Fue un mes triste pero también emocionante a conocer mejor la gente nueva que sería en mi vida durante la mejor parte de medio año.

Mis primeras impresiones de los nuevos estudiantes fueron positivas, no tenía nada mal a decir sobre ellos y parecían que nos quedamos bien.

¡Y esto es enero! No había mucho a informar como la mayoría de mi tiempo lo pasé estudiando. Tengo grandes esperanzas por el segundo semestre y mis últimos meses en España.

¡Ciao!

¡Navidad!

Navidad, mi tiempo y festividad más favorito del año. Siempre son unos días especiales pero nunca podría ser más especial que como se celebra en mi país; Luxemburgo. Las calles sin falta están iluminadas por luces de Navidad, aparecen árboles en todas partes de la ciudad, abren los mercados de Navidad a lo largo del país y – lo que más fortalece el sentimiento de Navidad – la nieve empieza a caer. Puede ser que suena igual a como se celebra la festividad en otros países europeos, pero cada país tiene su espíritu navideño, y lo de Luxemburgo es algo que no se puede reproducir. Las calles empedradas están llena de gente, los grandes edificios antiguos de piedra brillando, las luces suaves rebotando y los árboles decorados a tope, rodeado por amigos y familia; el sentimiento de Navidad. Más importante para mí, es una oportunidad a ver mí familia, que no tengo muchísimas oportunidades a regresar a casa durante el año académico. La mayoría de los estudiantes en Luxemburgo después de terminar sus estudios escolares, se mudan a otro país a perseguir una educación superior – aunque tenemos uno de los universidades más altamente clasificada del mundo – y hace que todos regresan a casa durante las vacaciones, haciendo más especiales las vacaciones y festividades.