Mi aventura nueva comenzó el 16 febrero, en hecho, muy tarde para un semestre universitario. Tuvo que coger un autobús muy temprano desde Oxford al aeropuerto de Stansted a las 1 por la mañana. Sinceramente, me sentía una mezcla de varios emociones, estaba triste, orgulloso, feliz y tenía miedo de acostumbrarme a una estila de vida nueva otra vez, gracias a las experiencias horribles lo que me pasaba en Lyon. Sin embargo, para mi sorpresa, todo pasaba muy bien y no encontraba ningún problema cuando llegué al aeropuerto de Jerez, el pueblo lo más cerca de Cádiz. Cuando llegué a la estación del tren a Cádiz, me encontró mi dueño del piso a la entrada de la estación y me dio un saludo muy acogedor. Pero, ¡no pude le comprender! No me dio cuenta de que el acento de Cádiz era muy diferente, la gente quita ciertas silabas en las palabras cuando habla. Qué raro para mí y todavía me cuesta entender este acento. Bueno, Antonio, mi dueño, me ofreció llevar mi maleta hasta al piso, ¡que amable! Cuando nos llegamos allí, me encontraron mis compañeros del piso; un hombre de Francia, una chica de EE.UU y una chica de Bélgica. En este momento, la otra chica todavía no ha llegado. Este día, fuimos al centro para que viéramos el carnaval. Para resumir mi situación durante los primeros días en Cádiz, tengo mucha suerte que tengo un piso muy cerca de la facultad y con la cual me llevan bien con mis compañeros del piso.